Las verduras no tienen que cocinarse siempre a la plancha, al horno o al vapor, pueden hacerse multitud de recetas, añadiendo otros ingredientes, y obteniendo como resultado un plato delicioso como éste.
Estos calabacines están rellenos de trucha asalmonada y gratinados al horno y su sabor es delicioso y muy suave.
Ingredientes para 2 personas:
.1 calabacín grande
.1 trucha asalmonada
.Queso rallado
.Ajo granulado
.Cebolla en polvo
.Pimienta molida
.Aceite de oliva
.Sal
Poner abundante agua a hervir con un poco de sal.
Lavar el calabacín, cortarlo por la mitad y abrir las dos mitades para obtener cuatro bases de calabacín. Ponerlos a hervir durante unos 10 minutos hasta que queden un poco blandos, no demasiado.
Escurrir y colocar en una fuente de horno con un poco de aceite en el fondo. Sacar un poco de la carne del calabacín y trocear. Reservar.
Hacer la trucha a la plancha. Desmenuzar y quitar las raspas.
En una sartén, con una pizca de aceite, mezclar la carne del calabacín con la de la trucha. Añadir una pizca de pimienta molida, ajo granulado y cebolla en polvo. Dejar un par de minutos para que se integren todos los sabores.
Rellenar los calabacines con la mezcla de trucha. Ponerles por encima un poco de queso rallado.
Meter en el horno, a 180º, con la función de gratinar hasta que el queso quede dorado.