Los pimientos son uno de esos productos que sirven tanto para un sofrito a modo de ingrediente secundario como para convertirlo en protagonista de algunos platos. Este segundo caso es el que nos ocupa en esta receta.
El otro día compré en mi pueblo unos pimientos, de esos de huerta, de los buenos que tienen un sabor intenso, y pensé que eran ideales para asarlos.
Y una vez asados pensé :¿Y por qué no probarlos con un buen bonito? Así que me puse manos a la obra e hice estas milhojas que resultaron ser todo un éxito.
Ingredientes para 4 personas:
.2 pimientos rojos grandes
.2 pimientos verdes grandes
.1 bote de bonito del norte
.Sal
.Aceite de oliva
.Semillas de amapola
Lo primero es preparar los pimientos asados, para ello hay que lavarlos muy bien. Ponerlos en una fuente de horno, con un chorrito de aceite, y hornear a unos 180º durante una hora aproximadamente. A medias de hornear, darles la vuelta. Cuando estén listos, sacar y dejar enfriar.
Pelar los pimientos y, con las manos, partirlos en tiras. Echarles un poco de sal.
Separar las lascas del bonito.
Montar las milhojas, poner una capa de pimientos verdes, una de bonito, una de pimientos rojos y acabar con otra capa de bonito. Regar con un poco del caldo que hayan soltado los pimientos. Añadir un chorrito de aceite de oliva y decorar con semillas de amapola.