La coliflor es una verdura muy beneficiosa para nuestro organismo y que, sin embargo, no suele ser muy atractiva para los comensales. A mí sí me gusta mucho, ya sea cocida sola o en hervido, en salteados de verduras, gratinada, en crema…
En este post os la voy a mostrar en una receta mucho más atractiva que suele gustar, incluso, a los más peques de la casa y a los más reticentes a comerla.
Ingredientes:
.1 coliflor
.2 huevos
.Harina
.Aceite de oliva
.Sal
.Perejil
.Mayonesa
Primero hay que limpiar y trocear la coliflor. Para ello habrá que retirarle las hojas en las que va envuelta. Después habrá que separarla en ramilletes y lavarlos muy bien. Cocerlos en abundante agua hirviendo con sal hasta que comiencen a estar blandos. El tiempo dependerá de lo grande que hayáis hecho los ramilletes. No conviene que queden demasiado blandos, si no después se desmenuzarán y no queremos eso. Escurrirlos bien.
Otra opción es hacerla al vapor.
Poner harina en un bol. En otro los huevos que habrá que batir.
En una sartén profunda, calentar aceite de oliva.
Pasar los ramilletes de coliflor por harina y después por huevo. Freír hasta que estén dorados y después dejar en papel de cocina para retirar el exceso de aceite.
Servir con un poco de perejil picado y mayonesa, a la que podéis añadirle un toque de pimentón.