Cuando se van a cocinar legumbres, especialmente alubias o garbanzos, es recomendable ponerlas a remojo la noche anterior para que se ablanden un poco.
Pero un truco que hace el proceso aún más fácil es añadir al agua una pizca de bicarbonato.
De esta manera, las legumbres quedarán más blandas, de manera un poco más rápida y su cocción será más fácil, evitando así que queden duras por el centro.