Vamos con otra receta de esas que hacen que comer verduras en casa sea mucho más divertido y os aseguro que, con ésta, nadie se resistirá a comer espinacas porque el sabor saladito del jamón con el dulzor que aportan las pasas está delicioso. No quedarán ni las migajas.

Y como siempre os digo, amoldad la receta a vuestro gusto, que no tenéis espinacas pero sí acelgas, pues adelante con ellas, que no tenéis pasas pues no pasa nada. El caso es hacer recetas con verduras que al combinarlas con otros ingredientes, los que os gusten o los que tengáis a mano, den como resultado un bocado apetecible.

Ingredientes:

.1 lámina de masa quebrada

.3 huevos

.200 mililitros de nata

.300 gramos de espinacas

.150 gramos de taquitos de jamón

.100 gramos de pasas

.1 diente de ajo

.Sal

.Aceite de oliva

.Pimienta molida

Elaboración

Extender la masa sobre una bandeja baja, poner unos garbazos encima con papel de horneado  y meter al horno a unos 150º, durante unos 10 minutos, para que comience a hacerse la masa. Podéis cortar la masa que salga del molde o dejarla para darle aspecto más rústico.

Mientras tanto, picar el diente de ajo y ponerlo en una sarten amplia con un chorrito de aceite. Cuando esté medio doradito, añadir las espinacas y saltearlas.

En un bol grande, poner los huevos y la nata, batir bien. Añadir las espinacas, las pasas, los taquitos de jamón serrano, un poco de sal y pimienta negra molida. Mezclar todo muy bien.

Sacar la masa del horno y quitarle los garbanzos y el papel de horneado. Verter sobre la masa la mezcla de espinacas y volver a meter al horno, a 180º, hasta que la mezcla esté cuajada y doradita por arriba.

Y listos para sorprender a los más peques con una estupenda receta de espinacas.