Normalmente, cuando hacemos caldo de pollo, carne o cocido suele quedar en la superficie una capa de grasa como la que podréis apreciar en la fotografía.
Si la grasa no es demasiada no habría ningún problema en dejarla pero si es una gran cantidad o, simplemente, preferís quitar ese exceso de grasa y lo hacéis pasando una cuchara por la superficie os daré un truco mucho más rápido y eficiente.
Tan sólo necesitáis unas cuantas láminas de papel absorbente de cocina. ¿Quién no tiene en la suya? Tendréis que coger dos hojas y doblarlas en cuatro. Ahora sólo tenéis que pasarlas por la superficie del caldo.
Si lo hacéis con cuidado y no sumergís el papel en el caldo, iréis retirando esa grasa de vuestra cacerola y, como se ve en la foto, el papel absorbente habrá quedado mojado por la grasa y no por el caldo, de ahí que mantenga su color blanco casi intacto y no haya adquirido el color de vuestra sopa.
Tras hacer un par de veces esta misma operación, el resultado sería como el que se ve en esta otra imagen, casi toda la grasa ha desaparecido. Tan sólo tendréis que repetir el truco hasta que la grasa desaparezca por completo o consideréis q ha quedado lo suficientemente limpio de grasa como para consumirlo a gusto.